mediterraneoLa Dieta Mediterránea quizás sea la más saludable de todas, no es un programa de adelgazamiento, pero es muy indicada para bajar kilos y adelgazar. No es hipocalórica (bajas calorías) ni estrictamente hipograsa (baja en grasas): los aceites y los pescados de mar, por ejemplo, poseen lípidos sanos para el organismo, pero engordan como cualquier otra grasa. Lo mismo sucede con los hidratos de carbono, que están en la base de esta pirámide alimentaria. Es una cultura alimenticia que nos ayudará a mejorar nuestra salud y calidad de vida.

 

 

Los alimentos típicos que componen la  Dieta Mediterránea son:

Aceite de oliva y aceitunas: constituyen uno de sus pilares básicos, no sólo por sus características sensoriales y su buena aceptación, sino también por los demostrados efectos beneficiosos para la salud.

Carne curada y embutidos: el jamón ofrece un generoso aporte de vitaminas del grupo B, como la B1, la B2 y, sobretodo, niacina. Es rico en hierro, magnesio, zinc, calcio y fósforo.

Carne fresca: la abundancia de proteínas de elevado valor biológico, así como su riqueza en hierro y otros minerales y vitaminas hacen de las carnes un alimento óptimo.carne

Vinos: el consumo moderado de vino puede actuar como protector contra las enfermedades coronarias.

Frutas frescas: proveen un alto aporte de vitaminas, minerales, fibra y agua. Frutos secos: los más característicos son las avellanas, los piñones, las almendras, las nueces, las castañas y los pistachos. Son fuentes ricas en antioxidantes (vitamina E y selenio), minerales y fibra. Hortalizas y verduras: son pobres en grasa y proteínas pero constituyen un concentrado de fibra, hidratos de carbono, vitaminas, minerales y otros componentes saludables.

Huevos: poseen todos los aminoácidos esenciales para el hombre. Aportan altas cantidades de vitaminas (sobretodo vitamina B12, ácido pantoténico, biotina, vitaminas D, A, B2 y niacina) y minerales (especialmente selenio, fósforo, yodo y zinc) y aportan una cantidad relativamente baja de calorías. Derivados lácteos: son excelentes fuentes de proteína de alto valor biológico, minerales (calcio, fósforo y potasio) y de vitaminas (vitaminas A, D, riboflavina, ácido fólico y vitamina B12).

Legumbres: presentan nutrientes tan variados como proteínas de alto valor biológico, hidratos de carbono complejos, vitaminas, minerales, fibra y un escaso contenido graso.

Miel: los miles de gránulos de polen en suspensión que hay en la miel aportan proteínas, vitaminas y minerales.pescados-mariscos

Pan: contiene carbohidratos, fibra, minerales y vitaminas, en mayor cantidad en los integrales que en los blancos y, relativamente, poca grasa.

Pastas: la materia prima más recomendada para la elaboración de las pastas son las sémolas de trigo duro, el cual tiene un alto contenido en proteínas, es rico en gluten y relativamente más pobre en almidón que el trigo blando. Más importante aún es la riqueza nutricional que ostentan las pastas elaboradas con huevo.

Pescados y mariscos: contienen una gran cantidad de proteínas de alto valor biológico, incluso mayor que el de la carne, además de aportar todos los aminoácidos esenciales y en cantidades adecuadas. El pescado graso es un alimento sumamente energético y constituye una de las principales fuentes de ácidos grasos omega-3